El fiscal general Adrián García Lois se refirió hoy al juicio contra el llamado “Clan Morales”, que explotaba mujeres en el prostíbulo Black & White, y cuya sentencia se conocerá la próxima semana. Remarcó “el esfuerzo del tribunal para gestionar la resolución rápida de esta incidencia”, referida al supuesto prejuzgamiento que planteó el defensor Raúl Paderne al haberse llamado “víctima” a una de las testigos de parte de los jueces.
García Lois celebró el rechazo “in limine” de esta presentación y advirtió que, de no haberse dado así, se podría haber dilatado hasta el mes próximo el juicio.
“Si no se rechaza in limine, que fue lo que pedimos nosotros, se remite a la cámara de casación penal de Capital Federal y designa un nuevo tribunal. El tribunal de Comodoro Rivadavia tuvo que resolver la incidencia y rechazó la recusación, en un trámite de un día cuando generalmente demora mucho más, y puede ser una semana, dos y a veces más, con el juicio suspendido”, explicó.
La próxima semana se conocerá el veredicto y el fiscal explicó el porqué de la pena que, para el comité de rescate de víctimas, es muy baja.
“La pena es de 4 a 10 años, y hablamos de la ley vieja. Hubo dos leyes de trata y la actualmente vigente tiene penas y agravantes más duros. Como venía obstruida la causa y los procesamientos, fue necesario considerarlo un hecho único y no un hecho por cada víctima. La ley vigente en ese momento es esa, de 4 a 10 años, y nosotros consideramos que estábamos más cerca del máximo que del mínimo”, indicó, al pedir siete años para Morales y cinco para el resto.
Respecto del desarrollo del juicio en sí, dijo que están “muy conformes, por las víctimas que pudieron acercarse a dar su testimonio y por el contenido de toda la prueba: teníamos desde filmaciones hasta escuchas telefónicas, mensajes de texto transcriptos. Consideramos que la prueba es muy sólida y hubo un trabajo muy importante de Gendarmería, que pudo registrar imágenes importantísimas, incluso una cámara oculta en el lugar, a una de las víctimas donde contaba lo que le estaba pasando a ella”.
Se trata de una mujer con una discapacidad que estaba encerrada y “en muy mal estado” cuando fue rescatada. A punto tal que haber conocido esta situación aceleró el allanamiento.
El fiscal remarcó que todas estas escuchas y filmaciones tienen validez porque son ordenadas por la justicia. “Son las únicas que tienen validez y son escuchas que pidió la fiscalía y ordenó el juez federal. Nosotros investigamos el delito de trata durante dos años y se toma conocimiento por la denuncia de la madre de una chica santafesina, que había recibido un mensaje de la hija que tenía mucho miedo; la otra fue una chica que logró escapar y llegó al aeropuerto de Ushuaia a tomar un vuelo, vio que estaba todo cerrado a esa hora, le agarró un ataque y se puso a llorar. Ahí intervino personal de la policía aeronáutica y a raíz de eso se inició la investigación. Recién ahí, sabiendo ya cómo funcionaba el lugar y que una chica que no se sabía dónde estaba podía estar ahí, se pide la intervención al juzgado, el juez autoriza y se permite grabar a Gendarmería el testimonio, con autorización judicial”, relató.
Agregó que “en las escuchas hay conversaciones de dos mujeres que se ponen en contacto con Morales, por un aviso en el diario (Clarín). Había una gitana que trabajaba en un circo y venía a hacer anillas”, indicó de un show de malabares, que terminó en explotación sexual con severas secuelas para la víctima.
El caso más escalofriante fue el de “una chica encerrada, con un problema de salud mental y en mucho riesgo. Ahí se precipitó la investigación y se ordenó el allanamiento, para rescatar sobre todo a esta chica, que estaba en muy mal estado”, dijo el fiscal.
“Las cámaras ocultas la ordenó la fiscalía y las hizo personal de Gendarmería, es decir que no fue una filmación sin control judicial”, reiteró.
La investigación se llevó a cabo “desde marzo de 2010 a abril de 2012, pero se sabía que el grupo operaba hace mucho tiempo. Había víctimas que claramente no querían estar en el lugar pero no podían irse hasta no pagar las deudas. Y había un grupo de once víctimas que manifestaron que eligieron estar ahí, pero la fiscalía interpreta que esa elección no es libre”, diferenció de los casos, dejando claro que no todas estaban por “propia voluntad” como dio a conocer la defensa.
El fiscal lamentó que “muchas no se pudieron ubicar. Se pudo ubicar a la chica que hacía anillas y había ido a hacer un show de acrobacias. Su relato fue tremendo y hasta el día de hoy está con problemas psiquiátricos muy graves, con problemas de paranoia”, expuso.
Destacó el rol de la procuraduría a cargo de Marcelo Colombo, “que hizo la denuncia e impulsó que esto avanzara. Marcelo fue compañero mío de facultad, vecino, amigo, colaboró con nosotros con la acusación en el armado jurídico”, dijo.
Y también valoró “el trabajo del programa de rescate de víctimas, que fue excelente. Estuvieron acompañando a las víctimas, a la mujer que hizo la denuncia y han tenido un compromiso muy grande”.
Asimismo, se refirió al Diario Clarín y su “doble moral” al publicar avisos como los del clan Morales, para “captar mujeres con fines de explotación sexual. Hoy no pueden realizarse y están penados por la nueva ley. Se sabe que estos avisos se hacen para que las personas desesperadas recurran a personas que explotan la sexualidad ajena y es un delito hoy con penas muy altas”, enfatizó.
Con este primer juicio en la provincia por trata de personas, resta fijar fecha de juicio oral por una causa similar en el local conocido como “Sheik”, de donde fue rescatada Alika Kinán, primera víctima querellante en la causa.
El fiscal García Lois cerró con una reflexión sobre los padecimientos de tantas mujeres explotadas en el fin del mundo: “Tierra del Fuego, hasta la década del ’40, fue un lugar de sufrimiento de hombres, hasta que se decidió cerrar la cárcel de Ushuaia. Qué paradójico que tuvo que seguir siendo un lugar de sufrimiento de las mujeres, y tuvieron que pasar muchísimos años hasta que se prohibieron estos antros de explotación”, concluyó.
Fuente: Sur 54
Foto ilustrativa