Violencia de género: Excarcelan a su agresor y la víctima queda bajo custodia

Se trata del caso del convicto Andrés Ulises Garay Schon, quien ayer fue excarcelado. La hermana de la víctima sostiene que este sujeto continúa llamándolas en tono amenazador, siendo la respuesta judicial la colocación de una custodia policial en la puerta de su vivienda.

La Sala Penal de la Cámara de Apelaciones resolvió ayer la excarcelación de Andrés Garay Schon, ante un pedido de su defensor y el consentimiento del fiscal Jorge Daniel López Oribe, quien aseguró que hay jurisprudencia sentada que lo favorecía en tal sentido.

El fiscal aseguró que Garay Schon estaba detenido por “desobediencia de un mandato judicial” cuando el 3 de julio pasado acosó a su expareja, Carina Torres, desoyendo una prohibición de acercamiento.

El doctor Jorge López Oribe sostuvo que la jurisprudencia en Cámara determina que el imputado debe ser excarcelado cuando haya cumplido el mínimo de la escala penal prevista para el delito que se le reprocha, asegurando que en el caso de la desobediencia es de 15 días, los cuales se cumplieron ayer.

Mas allá de esto, Gabriela, hermana de la víctima, señaló, que “es una persona peligrosa, porque de hecho desde la cárcel llamaba por celular; todos los días íbamos al juzgado, tenemos los audios de sus llamados a celular” dijo, agregando que “a él le sacaron celulares, iban a pedir de la línea Claro los números, pero nosotros tenemos todo grabado. Ayer, antes de ayer siguió llamando, llamó de nuevo al mediodía”, relató la mujer; evidenciando una vez más la ausencia de controles dentro del Servicio Penitenciario provincial.

“Todos los días tiene oportunidad de llamar de celular, y encima nos quieren poner custodia policial, van a ver si tienen custodia, después nos dicen que denunciemos, que no tengamos miedo de denunciar, y ¿para que?” expresó, agregando que “hicieron requisa en la Unidad de Detención, no le encontraron nada, a los cinco minutos nos llamaba desde el celular, la semana pasada”, dijo finalmente.

La víctima ahora cuenta en su residencia con una consigna policial permanente e incluso la Policía ayer le acercó la herramienta del “botón antipánico”, en una situación increíble; mientras que al imputado se le impusieron numerosas normas de conducta, de las cuales ya ha demostrado no tiene el menor reparo.

Fuente: El Sureño