El acusado no reconoció la valija en la que fue escondido el cuerpo de Nilda Núñez

Ayer se vivió una nueva jornada de testimoniales en el juicio oral y público a Aldo Javier Núñez; depusieron dos integrantes de la Policía Científica, así como la forense del Poder Judicial, Dra. Inés Aparici.

La forense se explayó sobre la autopsia a la víctima, determinando que hubo una fractura en la zona temporal de la cabeza y marcas propias de lo que asemejó a un golpe por “aplastamiento”, lo que se condice con la hipótesis fiscal de que fue arrojada contra el piso o la pared.

Asimismo dio cuenta de numerosos indicios orgánicos de muerte por hipoxia o falta de aire, asegurando que el estado de descomposición del cuerpo dificultó determinar si hubo presión manual sobre la zona del cuello.

Mas allá de esto los estudios histopatológicos demostraron tejido vascular roto en la glándula tiroides, lo que demostró que la zona del cuello “fue comprimida con muchísima fuerza”, sin poder precisar cuál de las dos lesiones tuvo lugar en primera y segunda instancia.

“Lo que sí ambas lesiones fueron vitales, inmediatas y contemporáneas entre sí”, señaló.

Finalmente explicó que la poca sangre hallada en la vivienda da cuenta que el desmembramiento del cuerpo fue realizado cuando el mismo ya no tenía vida, “los cortes no fueron en vida, por eso hay menos sangre que generalmente termina depositándose en los órganos y no en zonas como las piernas”, que fueron las partes seccionadas.

Aseguró que esa faena se produjo dentro de los siete días posteriores al deceso.
El recorrido de la valija

Finalmente los peritos dieron cuenta de la valija en la que fue descartado el cuerpo de Nilda Núñez en un descampado, señalando que el arrastre de la misma quedó marcado solamente desde la entrada a ese predio, reforzando esto las sospechas de que Núñez recibió colaboración y apoyo de un automóvil en el traslado del mismo.

El imputado al ser exhibida la valija aceptó ampliar su declaración, y negó reconocer la misma, a pesar de que la causa ya ha demostrado que la valija era usada por Nilda hacía más de un año para guardar su ropa, cumpliendo la función de ropero.

Fuente: El Sureño