Primera marcha masiva del gobierno de Javier Milei encabezada por la CGT

En rechazo de las medidas económicas del Gobierno, la CGT, ambas CTA (de los Trabajadores y Autónoma), los trabajadores de la economía popular (UTEP), los movimientos sociales y las multisectoriales paralizan las tareas este miércoles durante 12 horas en todo el país y se movilizan hacia el Congreso, en lo que constituye la primera gran protesta gremial en la era Milei.

Las centrales obreras y otros espacios ratificaron su total oposición a la sanción del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/23 y al proyecto de ley ‘Bases’, a pesar de sus modificaciones, porque, afirmaron, “atentan contra los derechos laborales y todas las conquistas”.

”Se trata de un ataque salvaje que afecta a los sectores más vulnerables y a los trabajadores y procura quitar derechos laborales y jubilatorios”, dijeron las centrales.

Otro reclamo que en las últimas horas se sumó a la protesta de hoy es la decisión del Poder Ejecutivo de enviar al Parlamento un proyecto de ley de restitución del pago de Ganancias, ahora denominado Impuesto a los Ingresos Personales, que abarcaría a todo aquel que supere un ingreso de 1.350.000 pesos bruto.

Héctor Daer, cotitular de la CGT, expresó este martes que la protesta de hoy tiene gran adhesión porque “la gente tiene bronca”, lo que “trascendió al movimiento obrero para alcanzar a varios sectores de la sociedad”, y añadió que existe “decepción”.

Al igual que lo hicieron las centrales obreras, los gremios de manera individual y los movimientos sociales, Daer rechazó la aplicación del protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien ayer lo ratificó y dijo que “si Pablo Moyano quiere llevar a los camioneros a upa que lo haga, pero la medida será instrumentada”, al responder a declaraciones del sindicalista camionero, quien había señalado que sus afiliados “no pueden marchar a upa”.

La primera huelga y masiva marcha de protesta en la era Milei, a poco más de un mes de su asunción y según reconocieron los dirigentes sindicales de las tres centrales obreras, no solo son “legítimas” sino que auguran “una real medición de fuerzas entre partes” para determinar de cara al futuro “el verdadero y justo proyecto de país para la sociedad”.